Anatomía de las plantas de cannabis desde la semilla a los tricomas

En las últimas décadas, la planta del cannabis ha ganado en popularidad. El cannabis medicinal ya está disponible en muchos países y el cannabis recreativo está ampliamente disponible, ya sea legal o no. Mucha gente cultiva sus propias plantas en casa a partir de semillas de cannabis. Aquí encontrarás información básica sobre la anatomía de la planta que te puede ayudar a aumentar tus conocimientos y habilidades de cultivo.

Anatomía de la planta de cannabis macho frente a la hembra

La mayoría de los cultivadores solo están interesados en cultivar plantas de cannabis hembra, que producen los cogollos empapados de resina que todos conocemos y amamos. Muchos cultivadores aficionados autosuficientes, así como muchos cultivadores legales con licencia, confían sus cultivos a semillas feminizadas o autoflorecientes. Estas tienen una tasa resultante del 95% o más de plantas de cannabis hembra.

Las plantas macho producen el polen de las "flores" macho. Se trata de pequeños sacos de bolas, con un aspecto similar al de un racimo de uvas en miniatura. Las plantas de cannabis macho suelen desecharse para evitar que polinicen a las plantas hembra (lo que daría una cosecha de semillas en lugar de cogollos de sinsemilla). Las plantas hembra suelen ser más cortas y producen las conocidas flores llenas de cálices, pistilos y otras partes femeninas de la planta.

Las diferentes partes de la planta del cannabis

Si realmente te planteas convertirte en un mejor cultivador de cannabis, nunca está de más aprender algunos detalles más sobre la hierba medicinal favorita del ser humano. A medida que aumenten tus conocimientos, te resultará más fácil seguir, comprender y optimizar el crecimiento de tu planta desde la semilla de cannabis hasta la cosecha.

Las plantas de cannabis tienen varios componentes. La forma icónica de la hoja es reconocible al instante. Los cogollos maduros llenan al cultivador de una sensación de asombro. A menudo con pelos de color naranja brillante o rojo fuego. Si cultivas las mejores semillas de cannabis, tendrás una brillante capa de tricomas y estos son los que contienen los cannabinoides responsables de los efectos psicoactivos deliciosamente agradables y los terpenos que crean el rico aroma característico. Aquí están las principales partes de la planta de cannabis que debes conocer:

Semillas y plántulas

Las semillas de cannabis se producen cuando una planta hembra es polinizada por una planta macho. El polen se posa en el estigma (a menudo conocido como pistilo o cola) y comienza el proceso de producción de semillas. Las características genéticas de los progenitores macho y hembra se transmiten a la semilla de cannabis recién formada. Si las compras a un breeder sólido, podrás esperar resultados consistentes y predecibles con grandes rendimientos de cogollos ricos en THC.

Las semillas de cannabis están disponibles en varias formas diferentes. Las semillas de cannabis regulares dan lugar a un número más o menos igual de descendientes macho y hembra. Son muy populares entre los breeders que buscan material de reproducción, pero la mayoría de los cultivadores prefieren la comodidad de las semillas feminizadas o autoflorecientes, que dan lugar a una descendencia prácticamente hembra.

Sistema de raíces

Las raíces del cannabis son de color blanco/crema y forman una extensa red para así suministrar a la planta todos los minerales y nutrientes necesarios. Las raíces pueden crecer en tierra, pero también en fibra de coco, hidroponía, aeroponía, fibra de vidrio y otros sustratos. Lo único que realmente importa para la planta de cannabis que ya se sale a la superfície es que se le suministre toda el agua y los nutrientes necesarios para su crecimiento.

Ramas y tallos

El tallo es el pedúnculo principal del que crecen las ramas. Si se elimina la punta de crecimiento del tallo, se producirá una planta de cannabis más corta y tupida. Cuando se cultivan variedades de cannabis de alto rendimiento, las ramas pueden inclinarse debido al peso de sus propios cogollos. Si es necesario, las ramas se pueden sujetar atándolas.

Nódulos o nodos

Un nódulo o nodo es el punto en el que se unen el tallo y una rama. En el caso de las plantas de cannabis hembra, las preflores (partes sexuales inmaduras de la planta) se forman en los nodos y pueden convertirse en floraciones maduras. La distancia entre los nodos se conoce como distancia internodal. La distancia internodal puede ser mayor en algunas plantas sativa que en las índicas y puede dar una indicación de si tu planta será compacta o llegará al techo de tu armario.

Estructuras presexuales

Una vez que hayas cultivado algunas plantas, te familiarizarás con las preflores hembra. Estas son una indicación temprana de que tu planta es una hembra. Si estás cultivando semillas feminizadas (o semillas de cannabis autoflorecientes) es poco probable que veas muchas preflores macho. Estas parecen inicialmente como pequeñas bolas, y más tarde, parecen sacos de uvas.

Hojas en forma de abanico

Las hojas en abanico son las hojas grandes con la forma característica de las hojas de cannabis y pueden alcanzar el tamaño de tu mano, o más. Las hojas en abanico son una de las principales áreas de la fotosíntesis, ayudando a la planta a convertir la energía de la luz y utilizarla en el crecimiento celular.

Hojas de azúcar

Las hojas de azúcar son esas pequeñas hojas que se encuentran en las floraciones y suelen estar recubiertas de tricomas. Algunos cultivadores no eliminan las hojas de azúcar más pequeñas y resinosas de los cogollos, sabiendo que añaden potencia adicional. Otros cultivadores, en cambio, las recortan y las eliminan, quizás utilizando las hojas de azúcar para hacer aceite de cannabis, hachís u otros concentrados de cannabis.

Flores (cogollos, floraciones y colas)

Las flores femeninas del cannabis se conocen a menudo como cogollos. Cuando se disponen en floraciones gordas, largas y continuas, a veces se conocen como colas. La pesada capa de resina producida por las mejores genéticas de cannabis produce un penetrante aroma característico del cannabis que puede tener sutiles variaciones de una variedad a otra. Las flores se suelen dividir en cogollos para secarlos y curarlos.

Pistilos y estigmas

El estigma es la clave de las partes reproductivas de la flor femenina. Las estructuras con forma de pelo (a menudo denominadas pistilos), aunque la mayoría de los cultivadores se esfuerzan por evitar que se produzca la polinización, recogen el polen de las plantas de cannabis macho. Los pistilos empiezan siendo blancos y se van oscureciendo gradualmente hasta llegar a ser (normalmente) naranjas, rojos o marrones a medida que la planta madura. Algunas variedades de cannabis pueden producir pistilos rosados, como Frisian Dew, la campeona de exterior de Dutch Passion.

Bráctea/Cáliz

La bráctea es la pequeña estructura en forma de lágrima que cubre las partes reproductivas de la planta de cannabis hembra. Las brácteas deben estar densamente cubiertas por una gruesa capa de tricomas, que producen la mayor concentración de cannabinoides de toda la planta de cannabis. El cáliz es una cubierta translúcida alrededor del óvulo en la base de la flor y, en realidad, el cáliz no se puede ver porque está cubierto por la bráctea.

Tricomas

Los tricomas son las pequeñas glándulas de resina que cubren los cogollos y que también pueden encontrarse en las hojas y en las ramas/tallo. La mayoría de la gente considera que los tricomas son pequeños tallos resinosos con una cabeza bulbosa en forma de seta, pero en realidad hay varios tipos diferentes de tricomas, incluidos algunos sin la cabeza de resina.

El ciclo de vida de las plantas de cannabis desde la semilla a la cosecha

Cuando la semilla de cannabis germina, produce una planta bebé conocida como plántula. Las primeras hojas no son del tipo tradicionalmente aserrado, sino que son hojas lisas y pequeñas de cotiledón. Las plántulas de cannabis necesitan poca nutrición o luz intensa y deben manejarse con cuidado.

A medida que la plántula crece, entra en la fase de crecimiento vegetativo. En esta etapa produce raíces, hojas y ramas, pero no brotes. Cuando se cultivan semillas feminizadas en interior, la fase vegetativa termina cuando las horas de luz se reducen a 12 al día. Cuando se cultivan semillas autoflorecientes, la genética del cannabis (no tú) determina el paso del crecimiento vegetativo a la floración.

Durante la floración, la planta de cannabis hembra comienza a producir cogollos. A medida que estos aumentan en número, se pueden formar largas floraciones, ¡a veces tan largas como tu brazo! Durante la etapa de floración del cannabis se produce un aroma penetrante y picante, ya que los terpenos se producen en grandes cantidades. Las ramas pueden necesitar apoyo para evitar que se hundan (o se rompan) por su propio peso.